25/6/09

El hada negra.


Cuenta la leyenda que la hada negra de triste que estaba no podía brillar.
Que sus alas eran tan oscuras que tampoco sabía volar.
Todas las mañanas el hadita negra se preguntaba cómo iba a ser buena como sus hermanas.
Pensaba en la alegría de los sapos, en los sueños azules de los unicornios, y ella sólo veía cosas comunes y normales.
Como podía ser que los duendes verdes pudieran ver el final del arco iris, cuando ella ni siquiera lo veía.
Lloraba en silencio, sin consuelo, quería un color, cualquiera, menos el negro que no es un color.
Soñaba con rojos, azules, naranjas, marrones, plateados. Pero cuando despertaba todo volvía a su lugar.
Era oscuro el día, la tarde y la noche. Y sus lágrimas impedían ver un poco más allá.
El hada negra sufría por ser diferente, por la soledad, por los cumpleaños que no fue invitada, las fiestas privadas, los baños en el lago.
La leyenda dice que una mañana de verano, ella se animó a salir, a descubrir si tal vez en el sol podía encontrar colores, pero seguía siendo oscura y negra.
Fue a hablar con el gran Padre de las Hadas para ver si la podía ayudar.
Entonces él le dijo que no estuviera triste, ella era importante en el equilibrio de la vida del bosque porque si no hubiera un negro, no se vería el blanco, si no mostraba su tristeza, nadie podría saber cuál era la alegría.
Eso no la conformó,¿ por qué a ella le tenía que tocar sufrir y ser negra?. Acaso, ¿ no podían aprenderlo de otra manera?
Se refugió en su casa más triste y más sola, odiando la incomprensión y el egoismo de las demás hadas, que tenían que aprender a través de ella.
Una noche de luna llena, el hadita se encaminó en el bosque, en lo más profundo y más oscuro, aunque tenía miedo prosiguió. Pensaba que tal vez si había más oscuridad ella podría verse, caminó y caminó hasta que ya no sabía cómo volver. Entonces se quedó sentada y comenzó a llorar, en esa oscuridad ella se perdía, no veía nada y lloró más y más. Hasta que se quedó sin lágrimas y se quedó dormida.
Un mago que pasó por allí al verla tan sola y triste dormida le dio luz el don de la luz.
Ahora el hadita negra sale de noche y alumbra el camino de todos aquellos que están perdidos.
Y encontró la alegría de ser diferente y es feliz de saber que puede iluminar a los que no saben qué tienen que seguir.



7 comentarios:

Marinel dijo...

Una hadita preciosa y necesaria,pero pobre!
¡Cuánto sufrimiento!
Menos mal que el mago se compadeció de ella y la hizo luminosa...
Bonito cuento,Aldhanax.
Como siempre,por cierto.
Muchos besos,guapa.

Natacha dijo...

Todos somos necesarios, para contraste, para iluminar, incluso para consolar...
Una preciosa historia...
Un beso, bonita.
Natacha.

Seo dijo...

la diferencia nunca es mala si sabes aceptarla y quererla

me ha encantado este cuento


un beso

X Miranda dijo...

Hola Dubby :)

Que linda historia no scompartes

Un beso

Ely Cervantes

Abuela Ciber dijo...

Creo que por suerte somos diferentes y a la vez iguales y, que todos tenemos nuestro propio valor.

Cariños

Dunia /* dijo...

Un cuento encantador!

Ya tengo que contarle a mi niña de 4 años esta noche..Gracias Dubby!
:)

Dunia /* dijo...

Un cuento encantador!

Ya tengo que contarle a mi niña de 4 años esta noche..Gracias Dubby!
:)