Intolerancia, soberbia, maldad...

En mi planeta, conocemos las normas de convivencia desde que somos pequeños, nos enseñan el respeto, la amabilidad, agradecer, no insultar, no agredir, y ser buenos seres circulares.
La tolerancia es algo que se practica diariamente y no es que seámos todos iguales, obviamente, cada uno de nosotros tiene sus defectos, que a veces son molestos, pero los toleramos porque sabemos que nadie es perfecto.
No, nos pasamos esgrimiendo nuestras virtudes como algo especial, sino que tratamos de compartirlas con los otros.
Sabemos que uno da sin recibir nada a cambio, y por ende todo el mundo recibe, porque todos damos. Creemos que ayudar al otro es algo que nos hace crecer y a la vez, como se diría aquí, solidarios.
Con todos estas cualidades llegué yo aquí un día de hace mucho tiempo a la Tierra. Era un joven Dubby que fue enviado para tratar de mejorar las cosas. Ahora me doy cuenta que hay mucha gente a la que no le interesa cambiar nada.
Obviamente entre tanta y tanta multitud de gente, he encontrado algunos que podrían llegar a ser perfectos seres circulares. Pero los que me han rodeado durante todo este tiempo, lejos están de serlo.
Más allá de que tal vez no sepa elegir los compañeros de ruta y ande por ahí cumpliendo mi misión y salvando a aquellos que tal vez no desean ser salvados, ayudando al que no quiere mi ayuda. Si a esto le sumamos lo ingenuo que puede llegar a parecer un ser circular en este lugar. La vida acá en el planeta Tierra ha sido un terrible infierno.
No estaba acostumbrado a vivir solo, en mi planeta la amistad es algo fundamental, es como la ley primordial allí. Pero aquí eso no ocurre, están cerrados a conocer nuevas personas, y los pocos que he ido conociendo por allí, sólo han transitado el camino en la medida de sus necesidades, y cuando eso pasó, me dejaron a un costado del camino.
La intolerancia es uno de los peores defectos de los terrestres, andan por allí, nerviosos, enojados, no tratando de comprender, ni haciendo un esfuerzo de ponerse en el lugar del otro. Se creen que todo lo saben, y tienen la verdad absoluta, e intenta que este pobre extraterrestre, sea como ellos. Cosa imposibles si las hay.
No deseo convertirme en terrícola, prefiero aferrarme a mis creencias, a mis valores, a saber que el amor todo lo puede y a pensar y creer en las cosas que me enseñaron de pequeño y agregar las mías propias que por deducción he aprendido.
Jamás insitiré en inculcarle a nadie que no existe aquello en lo que cree, porque ¿qué derecho tendría yo de hacerlo? Prefiero que todos aporten sus ideas que suman, y no decirles que están equivocados porque eso resta.
En este lugar muchos se fanatizan, se creen sabedores del universo, hablando como si tuvieran línea directa con el más allá, sabiendo qué pasará el día que uno parte hacia otro lugar, en como se dice acá.. muere.
La vida de cualquiera es un largo camino de aprendizaje, que nos ayuda a mejorar, a querer ser cada día un ser más sabio.
Algo que aquí no saben es que la humildad va de la mano de la sabiduría, al igual que la tolerancia, el amor y los buenos sentimientos.
Por eso creo que el mejor camino es tratar de ser una buena persona, a pesar de que muchas veces siento que en este lugar, no tienen tanta suerte, sino que los traidores, los malvados, y los soberbios se la pasan mejor, pero estoy seguro que eso en algún momento se termina.
No quisiera perder la fe ni la esperanza aunque muchas veces cansado de la soledad, me pregunto si acaso no sería más fácil convertirse en uno más de los que deambulan por las calles y olvidarme para siempre que vine aquí en una misión, que hasta hoy no he podido cumplir.

Dubby 24.